Sara Ellen Morgan, nació el 23 Abril de 1862, en el seno de una familia pudiente. Su padre fue John Carmen Morgan. Su madre se llamaba Rebecca D. Barker.
Sara tenía cuatro hermanos, Dora Almeda Morgan, William Norman Morgan, Augustus Orren Morgan y John Theron Morgan, quienes, aparentemente, llevaron una vida absolutamente normal.
Se dice de ella que era una mujer hermosa, casada, pero muy conocida por su afición a la magia negra y a los embrujos. Fue acusada de vampirismo, más concretamente, de ser una mujer vampiro. Versiones más escabrosas -y contradictorias- aseguran que Sarah Ellen fue amante de George Hodgson (aka: el vampiro de Dent). Una última versión afirma que fue la esposa de un tal John Roberts, un marino mercante, y que su muerte -o No-Muerte- se prodijo en alta mar.
En su natal Blackburn, Inglaterra fue acusada por sus vecinos de brujería, vampirismo y asesinato, y por ello ajusticiada en 1893. Antes de morir, Sarah Ellen, habría lanzado una insólita maldición, en la que prometía que cien años después de su muerte volvería para vengarse de los descendientes de sus asesinos, transformada en la figura de una hermosa mujer.
La leyenda cuenta, que a las gentes de la ciudad el vaticinio les preocupó y obligaron a su marido a enterrarla lo más lejos posible de Blackburn, y de Inglaterra. Sus restos fueron enterrados finalmente en 1917 en suelo de la ciudad de Pisco en la costa del Perú.
Esto ocurría el 9 de junio de 1913 y fue tal el miedo provocó entre sus parientes que su cadáver le fue enviado a su esposo en Pisco, donde éste le dio sepultura.
En cuanto a la tumba de Sarah Ellen, existe una versión menos romántica y misteriosa. Se cuenta que era la esposa de un marino mercante Inglés y que enfermó gravemente cuando el barco, que capitaneaba su esposo, ancló en Pisco. Uno de los remedios que ingería para su mal era un liquido de subido color rojo, que muchos interpretaron como sangre y de allí la historia del vampirismo y todos sus agregados posteriores.
Cómo y que momento llega al Perú, los “pisqueños” no lo tienen muy claro. Para muchos es considerada una santa muy eficiente para unir a las parejas, muchos rezan frente a su nicho, agradecen favores concedidos y le llaman, con cariño, “doctora corazón” o “casamentera”.
Su resurrección se esperaba para el 9 de Junio de 1993. Para algunos testigos de esa época tal resurrección no se produjo pero, ese día, la lápida de la tumba comenzó a crujir. Desde antiguo el lugar de su reposo eterno era visitado, periódicamente, por curanderos y peregrinos para rezar a fin de que la mujer vampiro no abandonara su tumba. Estaban convencidos que Sarah Ellen, pese a todo, resucitaría algún día.
Se dice que en el pasado en muchas casas del pueblo ser colocaban trenzas de ajo que, como se sabe, según la tradición alejan a los vampiros que quieren morder a sus inocentes víctimas, a ello se agregaron estacas de madera y cruces bajo las almohadas, para alejar el peligro de alados vampiros que pudieran irrumpir en las casas en busca de sangre de sus moradores.
Cuentan que el año 1993, a contar del 9 de Junio, decenas de personas se dirigieron al nicho donde reposan los restos de la “mujer vampiro”, en tanto que las autoridades aumentaron la vigilancia policial en el cementerio a fin de descartar la posibilidad de una profanación. A las cero horas de cumplida la fecha de la maldición la radios anunciaron que esta no se había cumplido.
Para algunos habitantes, la maldición no fue cumplida por ser las palabras de Sarah interpretadas como un enigma, y que ella lo que quiso decir es que en esa fecha se reencarnaría en una mujer. Se interpreta esto como que ese día nació, en algún lugar, una niña que con lo años tendría singular hermosura y mediante la cual la “mujer vampiro” ejercería su anunciada venganza.
Sin embargo la leyenda original tiene más de cien años y en cada uno de ellos, que duda cabe, se le agregan nuevos detalles a lo que debemos incorporar, ahora, la milagrosa resistencia de la tumba al tercer sismo más grande registrado en el mundo.
DE BRUJA VAMPIRO A SANTA MILAGRERA
Un curioso efecto que tuvo lugar tras los hechos vividos en 1993 es que Sarah Ellen empezó a ser vista por muchos como un ser que concedía favores, especialmente referentes a la salud, a quien le mostrara devoción. En especial los jóvenes comenzaron a verla como la "santa del amor", como una especie de patrona del amor eterno. Muy probablemente el halo romántico que rodea al vampirismo, la eternidad que se le supone y sus aspectos eróticos podrían haber favorecido esta creencia entre los más jóvenes. Poco a poco aquellos que creían que Sarah les había concedido lo que pedían empezaron a poner placas conmemorativas y a visitar la tumba de la inglesa para ponerle flores como ofrenda y en señal de agradecimiento.
Alrededor de la tumba de Sarah Ellen escombros, ruina y cuerpos que asoman entre los ataúdes rotos; y la tumba de la "santa del amor", intacta. De nuevo se volvieron los ojos a las historias de la inglesa. Así ha recobrado algo de su fama, que nunca perdió del todo, pues sigue contando con un grupo de fieles devotos.
Al menos una veintena de exvotos decoran la tumba, unas veinte personas la visitan a diario, y siempre hay flores frescas. Y las visitas parecen haber aumentado desde que se propagó el hecho de que la tumba había quedado intacta en medio de los destrozos, pues cada vez tiene más flores. Así, por ejemplo, comentaba a un periodista uno de sus devotos: "Sarita es milagrosa, me ha salvado de la muerte y a mi familia también, por eso vengo a agradecerle y pedirle que sane a todos los heridos. Ella es una santita", dando fe de que el sentir popular venera sinceramente a esta mujer cuya tumba fue respetada por la Naturaleza , un acontecimiento sobrenatural para algunos.
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Y así, Sara ha vuelto al imaginario popular. Ahora hay pequeñas plaquitas que, discretas, la acompañan. Gracias Sarita, por el milagro concedido. Muchas Gracias Sara Hellen, por curar a mi hijito. O simplemente, Gracias, Sara. Para la gente del pueblo de Pisco, tierra de temblores y Licor, la pureza del sepulcro es suficiente prueba de que la mujer repudiada de los mares sea digna de confianza y veneración. Y qué mayor prueba de bondad de la santa sino la devoción de su esposo, que habiéndola podido dejar abandonada a los tiburones en las profundidades del mar de nadie, la trajo hasta el fin del mundo para que pudiera descansar. A un pueblo acostumbrado a los brujos y amante de las mujeres bonitas. Un pueblo gentil con los extranjeros que por pobre sabe ofrecer una segunda oportunidad...
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Fui a un cementerio en el que está enterrado un medio hermano mío que no conocí, sólo escuché hablar de él a mi madre. Fui con mi hermana, mayor que yo, y dos hermanos menores. Entonces, mi hermana me contó acerca de Sarah Hellen, sobre todo la parte en la que predijo su resurreción y al final no ocurrió nada. No había podido leer la historia completa, hasta ahora.
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